LA DISCIPLINA EN EL AULA - ESTRATEGIAS PARA DOCENTES
CÓMO FOMENTAR LA DISCIPLINA EN EL AULA
En términos
generales, en un salón de clase de cualquier nivel escolar, pueden presentarse
algunos problemas de conducta o indisciplina en los estudiantes.
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| La disciplina en el aula - estrategias para docentes |
En la mayoría de las ocasiones, la disciplina en el aula va a depender en gran parte del docente, el cual debe recurrir a ciertas acciones para mantener el orden en el salón de clases.
Recordemos que, son los alumnos los que fomentan la indisciplina en un aula, pero también el docente puede tener parte de la culpa por una mala conducta de un estudiante en el salón.
Es por ello que, es muy importante analizar las causas de los problemas de conducta en el aula de clases, lo cual permitirá determinar las estrategias más eficientes que fomenten la disciplina en el aula.
Causas que originan los problemas de
indisciplina en el aula
En primer lugar, vamos a analizar
las causas más frecuentes que
originan los problemas de indisciplina en el aula:
· Búsqueda de atención por parte de
los estudiantes
· Problemas de conductas asociadas a
motivos sociales
· Falta de estrategias por parte del docente
que mantenga el orden en el aula
· Problemas o disputas internas entre
diversos grupos de estudiantes
· Falta de adaptación por parte de los
estudiantes
· Déficit en el proceso
de aprendizaje, que tiende a
aburrir a los estudiantes
·
Problemas
relacionados con el desarrollo cognitivo de los estudiantes, lo que impide
llevar a cabo la acción formativa del maestro.
· Alumnos de conducta fuerte que
suelen retar a los maestros y a otros estudiantes
·
Presencia de
alumnos extrovertidos o introvertidos en el aula
· Presencia de
alumnos con inestabilidad emocional, los cuales suelen ser problemáticos y muy
inquietos
·
Presencia de
alumnos con dificultades motoras, físicas o mentales y que requieren de un
tipo de educación especial
Conoce las mejores estrategias para
fomentar la disciplina en el aula
Lidiar con
alumnos que tienen problemas de conducta y que son irrespetuosos con otros
estudiantes, docentes e incluso con el personal administrativo, sin duda no es
para nada agradable en ningún centro educativo.
En este caso, este tipo de estudiantes son desordenados, groseros, inquietos, no prestan atención y afectan el ambiente en el salón de clases, por lo que necesitan llamadas de atención recurrentemente o ciertos castigos para aplacar sus ánimos.
Todo esto puede generar un ambiente negativo en el aula y afectar al resto de los estudiantes y a los profesores.
Es por ello que ahora compartimos un conjunto de estrategias sobre cómo fomentar la disciplina en el aula. Echa un vistazo:
Establecer objetivos motivadores y
realistas en los estudiantes
Si el docente
da la motivación suficiente a sus estudiantes desde que inicia el curso
escolar y establece objetivos realistas, seguro gran parte del alumnado se
mantendrá estable hasta finalizar el año.
Definir normas y procedimientos en
el aula
Se deben
definir normas y procedimientos en
cualquier aula de clase. De esta forma, todos los estudiantes conocerán las
normativas en el salón y aquel que las incumpla deberá atenerse a las
consecuencias.
Conocer bien a los estudiantes
problemáticos
Conocer muy bien a los estudiantes de la clase, especialmente aquellos que son más problemáticos y descubrir las razones que hay detrás de sus actos negativos, sin duda puede propiciar las estrategias para lidiar con ellos todo el año.
Mantener una buena predisposición en
los estudiantes
Si los
estudiantes ven que el maestro hace un esfuerzo por mantener un ambiente
óptimo en el aula de clases, seguramente ellos querrán seguir el ejemplo y
todo marchará de la mejor manera posible.
Establecer las estrategias de
control con suficiente tiempo
Hay que
adelantarse a las posibles situaciones de indisciplina de algunos estudiantes
que pueden presentarse en el aula de clase y por lo tanto se deben definir las estrategias
de control que permitan la resolución de posibles problemáticas con total rapidez.
El docente debe tener la mejor
actitud posible
Al llegar al
aula, cualquier maestro debe tener una actitud positiva que contagie a
sus estudiantes.
De lo contrario, si el profesor llega malhumorado o con una actitud pésima, esto puede generar actos de indisciplina en los estudiantes y se perderá el control en el salón de clases.
Ayudar a los alumnos a que sean
mejores estudiantes
En ocasiones,
dar un apoyo o motivación al estudiante, le permitirá subir su autoestima y
comportarse adecuadamente en el salón de clases.
No olvidemos que, un alumno con poca autoestima o que se considere como fracasado, suele ser algo problemático y seguro tendrá indisciplina en el aula.
Variar las actividades dentro del
aula
Periódicamente,
hay que modificar las actividades que se realizan dentro del aula, para evitar
que los alumnos caigan en el aburrimiento y en la desmotivación
propia.
De esta forma, se recomienda hacer el entorno dentro del aula lo más agradable y animado posible para todos los estudiantes.
No permitir amenazas o actos de
indisciplina
Ningún profesor
puede permitir que algún estudiante realice algún tipo de amenaza o actos de
indisciplina dentro del aula escolar.
En ese caso, si el docente no puede dominar la situación con el estudiante, debe reportarlo ante la directiva del centro educativo, la cual se encargará de las acciones a seguir.
El docente debe dominar el grupo
Si un maestro
tiene la confianza y conoce bien su tema o materia, y además tiene un
dominio de grupo, el ambiente en el aula escolar seguro será el mejor.
Después de
conocidas las diversas estrategias para fomentar la disciplina en el aula,
así como algunas de las causas de por qué pueden presentarse problemas de
conductas en los estudiantes, seguro se podrán aplicar las herramientas ideales que generen un
ambiente más saludable dentro del salón de clases.
Y recuerda, todo debe empezar con el docente o maestro, el cual debe tener una actitud positiva y transmitir el entusiasmo de sus estudiantes, pero manteniendo siempre el dominio grupal y nunca permitiendo un exceso de confianza o falta de respeto del alumnado.
